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+ Mercedes Casanegra - Mundos paralelos – Obras de Nancy Bensignor

 

Interesa considerar el desarrollo de la obra de un artista como un proceso que está en marcha de un modo continuo y no solamente a la espera de un resultado específico en piezas que tengan el carácter de únicas. No decimos otra cosa que aquello que Luis F. Noé denominara con acierto “la obra como devenir”. “Es la dinámica creadora lo que importa. La obra es una proposición en esa dinámica[i], afirmaba el artista.

 

Nos encontramos ante un nuevo conjunto de obras de Nancy Bensignor, producidas a lo largo de 2009. La artista venía practicando la pintura, pero ante el estímulo tan plural de propuestas que ofrecen los lenguajes artísticos del presente, decidió sumar el medio fotográfico a la construcción de su obra y combinar ambas modalidades en la tela como soporte. Sin embargo, su intención de combinación, de hibridación, de modos expresivos, es aún más amplia. Existía una corriente de comunicación entre la dedicación a la pintura de Nancy Bensignor, de unos años atrás, y su profesión de arquitecta: su inclinación por la representación del espacio. A través de la pintura al óleo ella plasmaba aquel espacio euclidiano de la tradición sólo que de una manera contemporánea. Eran dos los elementos principales que se equilibraban en la tela: un dibujo de lectura clara que ponía en escena los espacios, por una parte, y la utilización de la pintura-color que si bien denotaba áreas interiores, en general, funcionaba también como recurso hacia una abstracción pictórica, por la otra.  La racionalidad de los ámbitos espaciales y la ajustada sensualidad de la materia pictórica se unían en una vía que podía pretender la aprehensión de lo real, anhelo también de la fotografía, desde sus inicios. La realidad de la apariencia, título de una exposición de pinturas hiperrealistas en la National Gallery de Washington en los años setenta, podría bien aplicarse a aquellas series de Bensignor.

 

Si volvemos a las citas del comienzo, la dinámica de la artista se encuentra con el acontecer de una época que asimila cada vez más su tecnologización, y su contexto de contaminación cada vez más palpable entre disciplinas. En las series anteriores Bensignor había tocado un límite, el de aproximarse sólo a través de la pintura a los propósitos de la fotografía. Ahora, la serie actual de la artista ha incorporado la fotografía como parte del proceso de elaboración de las obras. Con esa nueva herramienta inicial, que es además intervenida por la pintura, ella captura elementos relacionados también a su profesión de arquitecta: estructuras de madera para encofrados, bases de lozas, terrazas, armazones de hierro, entre otros. Por medio de una estrecha paleta de colores –rojo, negro- la artista hace irrumpir a la pintura en su propia y expresiva pictoricidad. A través de los velos pictóricos que introduce las imágenes primigenias se convierten en otra cosa. Parte de su estrategia artística consiste en ocultar partes por medio de la pintura y al hacerlo se crea gradualmente un clima de carácter onírico. Tal como sucede en los sueños, los límites se tornan borrosos al punto de otorgar sensación de extrañeza e inquietud. Hay zonas con iluminación puntual y zonas de sombra contrastadas, que también suman a esa atmósfera que se aleja de lo real cotidiano. Así, estas obras llegan a emparentarse con ambientes logrados por la cinematografía, y llegan a rememorar estados relacionados con películas como las de David Lynch, por nombrar un director que ha dicho: “A mí me gusta sumergirme en un mundo onírico que yo he construido o descubierto; un mundo que yo elijo”.[ii]

 

A partir del surrealismo es que se marcó de manera más específica esta posibilidad de edificar otros mundos paralelos, y tal vez, habitarlos.

 

Nancy Bensignor, a través del cruce entre las disciplinas artísticas por ella escogidas, la pintura y la fotografía con el marco referencial de la arquitectura, apeló a esa apertura hacia otras versiones de la realidad, construidas, descubiertas o elegidas por ella, como dice el director americano.

 

Mercedes Casanegra

Lic. en Historia del Arte (UBA)

Miembro de la Asociación Nacional

e Internacional de Críticos de Arte

 

 

 

 

 

[i] Luis F. Noé, Antiestética, Buenos Aires, Ed. De la Flor, 1988, pp.63-64.

 

[ii] David Lynch, Universo David Lynch-www.davidlynch.es

 

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